Poesía

SUEÑOS

Alguien narró hace tiempo
historias que ya se han olvidado.
El viento sin querer,
se las ha llevado.
Burlona mira la luna
desde su cielo estrellado,
como los mortales suspiran,
por alcanzar lo soñado.
Algunos buscan la mar,
otros el acantilado,
si su casa han de dejar,
lo dejan todo de lado.
Entregándose sin titubear
a su sueño anhelado.
Antes de que llegue el viento
y pronto borre su rastro.
Miles de historias barre
el viento a su paso.
Miles de historias borra
de la memoria al humano.
Roba así robando,
ilusiones al pobre,
ilusiones al rico.
El viento no perdona
ni al grande ni al chico.
¡sigue soñando, sueña!
Antes de que el viento sople
y borre todas las huellas,
confundiendo así el camino.
Dejándote sólo y a tientas,
solo con tus sueños robados
historias que nadie cuenta.
Sólo el murmullo del viento
a la ciudad desierta,
para arrullar al durmiente
y animar al que sueña.
¿Si otros han soñado,
por qué tu no sueñas?

Autora:YSH 25/12/2000

Fotomontaje: Monocromía azul

Autora:YSH Fuente imágenes: Varios

Video Arte

Cuento

Antoñito y los baobabs

Antoñito era un chico que había salido de un planeta pequeño y desértico, en donde una vez hubo plantada una rosa, pero ahora ya se secó y se murió.

Como joven inquieto y curioso, Antoñito, quería aprender y recuperar el tiempo que había pasado en ese planeta yerto. Ese lugar donde había pasado tanto tiempo hablando con el eco y con la arena. El problema era que los baobabs no crecían sólo en su pequeño planeta.

Sí, los baobabs esos árboles enormes que crecen y crecen reduciendo los planetas a cenizas, de los secos que los dejan.

Antoñito que ya no era tan niño, reconoció los indicios de cuándo los baobabs empezaban a ganar terreno. Así, que decidió irse a su planeta donde su baobab era conocido, y aunque, este enorme árbol estaba en el medio del sillón donde él descansaba, este chico ya sabía cómo coger la posturilla para dormir alrededor.

Autora: YSH

POESÍA

EL POETA

Refugiado tras la mirada del gatopardo,
buscando el eco de los silencios,
buscando huellas en la arena,
huellas que el mar borra sin dejar rastro.

Liberando mariposas para que vuelen libres,
coleccionando imágenes para proteger la memoria,
profundizando en la tierra buscando firmeza, sí,
pero, alzando la copa buscando el sol,
para que las semillas atestiguen la grandeza de la tierra,
del agua, del sol, del oxígeno.

Árbol firme, silencioso y humilde
que ofrece a los poetas la sombra de sus ramas,
para que bajo ese sol, al contacto con ese aire,
el amante pueda confundirse con el medio
y prestar su boca para que ella hable,
prestar sus manos para que ella escriba.

El poeta se vuelve transparente como el aire,
se transmuta como el agua.
Pero, cuando termina, cuando acaba sus manos son suyas,
su boca se cierra y él camina entre los muertos.

Para vivificar su espíritu, el poeta, busca el océano.
Fuente inagotable de inspiración y conocimiento,
agua salada que no se bebe,
agua maravillosa de perlas ocultas.

Aunque el poeta es hombre de tierra,
el mar es su bandera.

Autora:YSH